martes, 8 de septiembre de 2015

"Celos"

Tengo celos de ti, ¿Por qué negarlo…?
Tengo celos de ti, celos rabiosos;
celos de las sonrisas de tu boca,
celos de las miradas de tus ojos.

Cuando yo no te oigo… ¿Cómo hablas…?
Cuando yo no te veo… ¿Cómo miras…?
Cuando no estoy delante… ¿Cómo suenan
los áureos cascabeles de tu risa… ?

Tú sabes que en los ojos de los hombres
hay miradas impuras impuras,
que unas veces parece que acarician
y otras veces parece que desnudan.

Cuando un hombre te mira de ese modo,
cuando te envuelve en miradas de esas
y sientes que resbala por tu cuerpo,
¿Qué es lo que piensas, di, qué es lo que piensas…?

Cuando tengo tu mano entre mis manos,
yo sé cómo tu carne se estremece;
cuando es otra la mano que te oprime,
¿Qué es lo que sientes, di, ¿Qué es lo que sientes…?

Yo puedo adivinar qué pensamientos
laten en ti cuando de mi te acuerdas;
cuando es de otro el recuerdo que te asalta,
¿Qué es lo que sueñas, di, qué es lo que sueñas…?

Yo te he visto mil veces temblorosa
ante el fervor de mis ardientes frases,
con los divinos ojos entornados
y los húmedos labios anhelantes.

Embebida de amor, desvanecida
cuando yo soy el que de amor te habla.
Si las palabras son las mismas, dime:
¿Cómo te suenan de otro las palabras…?

Tú juras que me has dado
tu corazón, tu cuerpo y tu cariño,
pero nunca sabré si tras tus ojos
se esconde un pensamiento que no es mío.

¡Y qué me importa tu cariño entonces…!
¡Qué vale la escultura de tu cuerpo
si son los pensamientos de tu alma
como villanos que arrebata el viento…!

Por:
Pedro Mata.

Caracas, 25 de Febrero de 1.959

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